lunes, 4 de mayo de 2015

DESHACERSE DE LOS OBJETOS INÚTILES PARA SANAR



Tu hogar, tus cosas y tu salud mental

El hogar es el lugar dónde mejor se refleja nuestra personalidad y habla de nosotros incluso mejor que nosotros mismos. Nuestra salud mental tiene una relación muy importante con el aspecto que tiene nuestro hogar ya que influye en nuestro estado de ánimo y puede provocar insomnio, dolores de cabeza e incluso depresión.

Uno de los problemas más frecuentes en la sociedad actual es el vínculo que establecemos con los objetos. Es un apego obsesivo que se basa en creencias erróneas: que los objetos nos van a hacer felices, que nos van a dar seguridad, que darán sentido a nuestra vida y que son para siempre. Tenemos que llegar hasta la felicidad de una manera más armoniosa y relajada.

Estamos en primavera y es un buen momento para hacer limpieza en casa y deshacerse de todos los objetos inútiles, recuperar nuestro espacio en el hogar y empezar una nueva etapa más saludable y equilibrada.

Es importante mencionar que la economía no debe ser un impedimento para que la casa sea un espacio tranquilo y agradable. Simplemente mejorando el orden, la limpieza, la ventilación y la iluminación garantizamos una mejora en el estado de ánimo de sus ocupantes y su calidad de vida.

Lo primero que debemos hacer es comprender que ese apego excesivo a lo material es motivo de sufrimiento porque nos roba tranquilidad, libertad y alegría. Nos creamos necesidades de las que podemos prescindir. Malgastamos nuestros recursos en cosas que no nos hacen felices y por las que perdemos la oportunidad de disfrutar la vida con muchas otras cosas, algunas de ellas inmateriales.
Debemos deshacernos de los objetos que hemos ido acumulando con el paso del tiempo y que ya no usamos o que ya no tienen ningún valor para nosotros. Seguro que encontraremos alguno. Se trata de realizar un ejercicio de honestidad que nos puede resultar más sencillo si además donamos o regalamos algunos de esos objetos que creemos que pueden ser de utilidad a otras personas.

No hace falta que lo tires todo, en ocasiones será suficiente con organizar y calificar papeles o buscar un sitio adecuado para todos es objetos que se acumulan y que lo único que hacen es restarnos energía y reducir la armonía a nuestro alrededor. Una máxima que puede ayudar es que "si hace un año que no lo usas es que no lo necesitas". Otra técnica que puedes utilizar es la de siempre que entre algo nuevo en casa, debe salir algo. Elige lo que realmente quieres conservar y deja ir lo que ya no es necesario en tu vida. Sentirás alivio inmediato y la satisfacción de haber dedicado tiempo a hacer tu vida más sencilla.

El orden es principio de disciplina y nos producirá beneficios a corto y largo plazo ayudándonos a poner en orden nuestros pensamientos, aumentar nuestra productividad y autoestima. Las personas ordenadas son más estables emocionalmente lo que repercute a nivel cerebral fomentando pensamientos saludables, racionales y organizados.

No obstante, también se puede hacer un mal uso del orden si nos vamos a los extremos, ya que no es bueno ni un orden exagerado ni un desorden caótico. Bastará con seguir un concepto básico que todos conocemos: "cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa".   

Tener un hogar al que volver cada día que nos transmita armonía y tranquilidad es incluso más importante cuando tenemos niños que aprenderán también del espacio en el que viven. El niño necesita su propio espacio y debe aprender a administrarlo. El ejemplo de los mayores será determinante y las pautas que le demos a nuestros menores se repetirán durante su vida como adulto. Un niño ordenado es un niño tranquilo.

Trata simplemente de que haya orden y organización suficiente en la casa como para que todo fluya naturalmente y se faciliten las tareas. Dedica cada día unos minutos a mantener el orden en tu hogar y perderás menos tiempo buscando lo que necesitas. Reducirás el estrés y serás cada día más feliz.